He dejado de ser la carga que vive en el aire
y en la nubosidad parcial
de tu alma,
entro y te abrazo,
soy el pan
soy el vino
soy el cielo
soy el mar
nada espera,
todo entrega,
y se esmera
por salvar la ciudad
de torres de ansiedad,
que se entremezclan en sabanas
que hay en la cama del dormitorio
del lado derecho de tu cabeza
tambores,
símbolos,
colores,
melodías,
transiciones,
Sólo desean encender
el interior de tu mirada.
Todo se nutre,
como el bebé en líquidos amnióticos y su respectiva placenta,
y tal cuál la flor despliega su belleza.
Somos creaciones de iluminación en la hora mas obscura en la noche de nuestras vidas.
Se deben hacer cambios, que moldeen,limpien, purifiquen y fructifiquen, nuestros pensamientos y nuestros deseos,ser como el animal que viaja en el tiempo presente sin salir del instante,que no se lamenta por las sucesos sin solución,tampoco le teme al futuro incierto, sino que está cargado con la mayor de las buenas intenciones en el presente para ir en busca de lo que se da espontáneamente con la gente en grado de lo que su mente le muestre.
No desesperar ciegamente, dado que nuestro día esta lleno de señales que tienen una respuesta,que sin buscar dado el momento indicado se revela, sin presiones,dado de forma natural,como el viento mece los arboles.
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