domingo, 13 de noviembre de 2011

Ven acá.






Podría inspirarme en mis sueños
y oir la lava acercándose a mi oreja,
la espina que se puede
alcanzar cruzando
el tunel de nieve.
Voy con una mochila pesada
una jauría de perros ladra
insistentemente en la lejanía,
hacer la fogata,
mis zapatos secar
piedras heridas por mis pies
profundo frío,
un rayo solar apareció
la amplitud prolifero
fue fructifero el esfuerzo,
sino como lograrlo?
la onda le ganó al metal,
resulto mejor estrategia
la flexibilidad
fuera ideas inamovibles.
Estaba cerca
por el rió iba navegando
zampoñas y quenas
empezó todo a brillar
caí por la cascada,
increíblemente logré levitar,
un bosque de manglares
a sobrevolar
una fogata,
al pisar tierra estaba en una aldea,
eran los Shuar,
pensé en mi cabeza
reducida
preocupación demás,
una enorme serpiente me enrollo
de un sopetón me engulló,
en la oscuridad oceánica
encontré la fauna perdida,
escuchaba tigres rugir
pájaros entonar melodías
hasta la hormiga en la hoja
caminar,
sentí un corazón latir
junto al mio,
movimientos,
de pronto
se empezó a sacudir todo,
el corazón se agitó,
un grito se alzó,
procedencia desconocida
me jalan del cuello
salgo desprendido
espacio amable,
mucho liquido
y
sentí el aire
bastante intenso,
voz familiar
abrazo maternal
calor de su cuerpo emanar
seguridad.




Creo que volví a comenzar.

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